miércoles, 28 de abril de 2010

UN CORRECTIVO EN BARRIO LOS PERALES


Después de los sucesos del domingo pasado en la Feria del Libro, nunca tan vigente este cuadro del Maestro Daniel Santoro: “La Flagelación: Pegan a un niño en el Barrio Los Perales”, en el que, dicho sea de paso, el nene con gorrita es idéntico al Pocho y, a la sazón, dueño de la pelota.

¿A quién castiga nuestra Jefa Espiritual? ¿Será a Cristian Ritondo, por haberse hecho “contrerita” PRO?

No es nadie de la banda del Torito, como le hubiese gustado a Clarinete. Y nada podrá empañar nunca la épica de la gloriosa hinchada de Chicago.

Escribe hoy Gustavo Grabia en Clarinete: “El 24 de octubre de 1981 la barra de Nueva Chicago fue presa por cantar la marcha peronista en la cancha. La libertad de expresión, en plena dictadura militar, era un delito que se penaba con cárcel. Casi treinta años más tarde, la barra de Nueva Chicago irrumpió en la Feria del Libro para acallar voces diferentes al discurso oficial sobre el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos, en la presentación del libro ‘Indek, historia íntima de una estafa’, del periodista Gustavo Noriega”.

No escribe hoy Gustavo Grabia: en la segunda mitad de los 70, mientras la hinchada de Chicago cantaba la marcha peronista en todos los partidos del ascenso y era reprimida por la policía, el Gran Diario Argentino, junto a La Nación y La Razón, negociaba con la dictadura genocida, sobre la sangre de miles de compañeros, quedarse con la empresa Papel Prensa, piedra fundacional de un monopolio mediático que creció al amparo del poder de turno. Aún más: Clarinete “compró” Papel Prensa mientras sus propietarios, los Graiver, eran detenidos y juzgados por un tribunal militar.

A la hinchada de Chicago le sobraba corazón. Ese 24 de marzo del 81, como siempre, arrancó con la introducción musical de la Marcha: parará pa-pa-pa-pa; parará pa-pa-pa-pá; parará pa-pa-pa-pa-pa-pa-pa… Pero esta vez la cantaron completa y se los llevaron trotando por avenida De Los Corrales hasta la comisaría 42º. El sábado siguiente, Chicago visitó a Atlanta en Villa Crespo y ganó. El regreso a Mataderos incluyó la introducción coreada, pero cuando la cana les cayó encima con los bastones empezaron a cantar el “Arroz con leche”.

En fin, hace un par de años entrevisté a un famoso personaje de la política nacional (no era Moreno ni ningún integrante del gobierno), quien tiró en off: “Dejémonos de joder con los números del Indec, no sirven para un carajo. Planchemos las cifras, no les demos de comer a los gringos y discutamos salarios, que es lo realmente importante…”.

Chupate esa mandarina, primate.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Se ve que hay un sector de la banda del torito que se privatizó ahora, jeje.

un abrazo

fede

Anónimo dijo...

aca no se privatizo nada amigo esos giles no son d la barra d chicago son pendejos boludos q estan con ochoa conduccion y responden a moreno a la cancha no van casi nunca y si van no pinchan ni cortan son giles clarin como siempre kiere embrollar