Lo comentó ayer Cristina al presentar el plan de financiamiento para el sector productivo en Casa Rosada: en toda América Latina se aboga por Estados más fuertes para reducir la desigualdad e impermeabilizar a la región ante crisis financieras.
Hoy, la OEA y la Secretaría General Iberoamericana (Segib) respaldaron en Brasilia las tesis de la Cepal que proponen fortalecer el papel del Estado en América Latina como promotor de igualdad social y “escudo” frente a las crisis financieras que “están lejos de concluir”.
La propuesta fue apoyada por el canciller brasileño, Celso Amorim, quien celebró la “ruptura” con lo que sucedía hace dier años en la región, cuando se pedía “más liberalización, desregulación y privatización”.
Esta iniciativa se la Cepal está plasmada en el documento “La Hora de la Igualdad. Brechas por cerrar, caminos por abrir”, presentado en Brasil como “una agenda para la igualdad”, sobre la base de una “nueva ecuación” entre el Estado, el mercado y la sociedad.
La secretaria ejecutiva de la Cepal, Alicia Bárcena, señaló que vamos por “más Estado, un mejor mercado, con normas muy claras, y una mayor participación del pleno de la sociedad” en las decisiones para reducir la enorme brecha social que persiste en América Latina y El Caribe.
El secretario general iberoamericano, Enrique Iglesias, dijo hoy que la Cepal ha trazado “una carta de navegación para la búsqueda de un nuevo modelo” para que América Latina y el Caribe avancen en el combate contra la pobreza y superen su condición de meros exportadores de materias primas.
Lo mismo expresó el secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, quien calificó el documento de “manifiesto político” y propuso incorporarlo a las agendas de los organismos multilaterales de la región.
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