La disciplina acuática olímpica predilecta del General Perón. Aquí lo vemos con el entonces presidente uruguayo Luis Batlle Berres. El Primer Trabajador lo seduce con su mejor sonrisa fluvial –de nave a nave– para luego bajar subrepticiamente el apretón de manos y depositar al mandatario oriental de ojete en aguas del Plata. Un Batlle menos, ¡y otra presea dorada para nuestro General!
2 comentarios:
Qué grande el General. Con esa sonrisa me hace acordar la vez que le dijo a Braden que en nuestro país, seguir sus caprichos lo hacía un hijo de puta.
Claro y despues,en 1973, cuando Perón fue presidente nuevamente y para evitar nuevas "caídas" el gobierno uruguayo propiciaria la firma del Tratado del río Uruguay y por las dudas el del Río de la plata.
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