Es curioso que un gobierno personifique dos proyectos políticos completamente antagónicos. Porque para la derecha y la oligarquía sojera este gobierno encarna la revancha de un puñado de montoneros resentidos, pero para la izquierda iluminada simboliza el retorno de la Triple A. No es curioso, sin embargo, que la derecha y la izquierda argentinas hayan dado un giro tal en determinados momentos de la historia que los haya puesto a trabajar codo a codo para desestabilizar –cuando no voltear, bajo una misma bandera– gobiernos populares elegidos democráticamente y, oh casualidad, peronistas. Es curioso que el Tata Yofre, funcionario emblemático del menemato, salga a decir ahora que el peor mal de este gobierno es la “corrupción sindical”, o que Silvana Guidici, cuya fuerza política dictaminó represión y muerte en diciembre de 2001, boquee alegremente que la Presidenta “no registra el nivel de violencia” que impera hoy en la Argentina, o que dirigentes troskistas simplifiquen la dolorosa jornada de ayer en que la Presidenta dio vía libre cuando “se puso la remera de la Juventud Sindical Peronista en el acto de River”.Es curioso que ciertos sectores que alguna vez vieron “dos demonios”, vuelvan a verlos, pero juntos.
2 comentarios:
eso es la genetica peronista, como una tara subnormal que arrastran. Lo digo con respeto, pibe, yo no lo voy a venir a chicanear, justamente a ud. mi amigo.
Ahora bien: uno no es peronista, y entonces ¿que queda ser? En ese pantano de la necesidad de identificarse con un proyecto colectivo boqueo como un pescado fuera del agua.
Entonces uno dice, no soy peronista,en el sentido de lo organico de un partido, sino que adhiero al proyecto del pueblo peronista, que siempre es el mismo, y ya.
Peronistas somos todos, Nilda. Usted también, es peronista portadora sana.
Besos
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