cortos, largos, 120, todos han pasado por este circuito, alternativamente, en una inspiración y una espiración. Hasta esos infumables que se conseguían en la última época de Alfonso (¿Boxer?), incluidos los armados con tabaco richmond. Hoy no puedo dejar de pensar en eso y me digo “ya está hermano, terminamos acá”. Así que vamos bajando de a poco (de golpe es imposible) hasta dejar por completo. El de después del almuerzo, el que acompaña el café, el de después de la cena, son ritos insustituibles por ahora. Hace 20 años fumábamos hasta en los micros de larga distancia (recuerdo el apoyabrazos con cenicero). Todo eso se cortó, y está bueno, lo digo pesar de que ser un fumador empedernido. Vamos despidiendo, de a poco y como podemos, a ese compañero mudo que te envenena durante 15 minutos y se hace humo adentro tuyo. Más allá de todo, ha sido un placer, y calavera no chilla.
jueves, 9 de diciembre de 2010
467.200 SON SUFICIENTES
Es la cifra estimada de cigarrillos que fumé hasta la fecha. Desde aquellos primeros en la canchita del barrio o a escondidas en el colegio hasta los dos atados que compro religiosamente cuando salgo de casa. Negros, rubios, sin filtro, con filtro, 
cortos, largos, 120, todos han pasado por este circuito, alternativamente, en una inspiración y una espiración. Hasta esos infumables que se conseguían en la última época de Alfonso (¿Boxer?), incluidos los armados con tabaco richmond. Hoy no puedo dejar de pensar en eso y me digo “ya está hermano, terminamos acá”. Así que vamos bajando de a poco (de golpe es imposible) hasta dejar por completo. El de después del almuerzo, el que acompaña el café, el de después de la cena, son ritos insustituibles por ahora. Hace 20 años fumábamos hasta en los micros de larga distancia (recuerdo el apoyabrazos con cenicero). Todo eso se cortó, y está bueno, lo digo pesar de que ser un fumador empedernido. Vamos despidiendo, de a poco y como podemos, a ese compañero mudo que te envenena durante 15 minutos y se hace humo adentro tuyo. Más allá de todo, ha sido un placer, y calavera no chilla.
cortos, largos, 120, todos han pasado por este circuito, alternativamente, en una inspiración y una espiración. Hasta esos infumables que se conseguían en la última época de Alfonso (¿Boxer?), incluidos los armados con tabaco richmond. Hoy no puedo dejar de pensar en eso y me digo “ya está hermano, terminamos acá”. Así que vamos bajando de a poco (de golpe es imposible) hasta dejar por completo. El de después del almuerzo, el que acompaña el café, el de después de la cena, son ritos insustituibles por ahora. Hace 20 años fumábamos hasta en los micros de larga distancia (recuerdo el apoyabrazos con cenicero). Todo eso se cortó, y está bueno, lo digo pesar de que ser un fumador empedernido. Vamos despidiendo, de a poco y como podemos, a ese compañero mudo que te envenena durante 15 minutos y se hace humo adentro tuyo. Más allá de todo, ha sido un placer, y calavera no chilla.
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2 comentarios:
Vamo pibe!!! si te animas yo te sigo y dejo tambien al amigo intimo que menos sabe de mi.
El Chino.
Valiente, Pipo. Hagalo por el purrete (o purreta, no me acuerdo) para que los fuelles le puedan dar aire y estar de pie cuando sea adolescente y lo tenga que cagar a pedos porque se mando un moco.
Yo ando por dejar cosas que me hacen mal, a las que estoy agarrada como un rencor, y me estan matando. Empedernidamente dejar como antes empedernidamente se sostuvo.
Mi marido tuvo un bobazo hace dos años y no puede dejar de fumar, hace un par de dias empezo porque vamos a ser abuelos en marzo y no quiere envenenarle el aire a la piba que viene. Lo hace a su manera, fumando algunos. Para mi una manera del orto, pero, que se yo. No hay maneras. Me lo va a decir a mi!!!
cariños y fuerza canejo . I pray a little pray for you.
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