jueves, 20 de enero de 2011

DIÁLOGO EN UN BAR

Por Federico Sironi




“Yo caminaba, las manos en los bolsillos, respirando el aire viciado, aspirando relentes de perfumes de bazar y agua fenicada, escuchando los cuchicheos de la calle”


Mauricio Dekobra


–¿Cómo se llama usted señor?– preguntó inesperadamente el parroquiano de un bar que ya andaba por la tercera cerveza.

– No importa mi nombre pero soy poeta– dije, casi melancólico.

– ¿Y cómo sabe que es poeta, pues yo también lo soy y no lo sé?– agregó mientras bebía empinando directamente la botella de tres cuartos.

– Esa es una buena frase porque el que es poeta no lo sabe– contesté.

– Yo soy un poeta del peronismo, un poeta urbano, pero no necesito publicar, escribo cantatas en endecasílabos sobre nuestra épica.

– Lo conoce a Carlino, el que escribió el libro CHAU GATICA, es amigo, Leonardo Favio lo nombró “Rey del Peronismo” y le dio un báculo…

– Sí, a Carlino lo conozco, pero yo soy un rey sin corona, más parecido a Gallardito, pero con un poco más de dinero, además yo recito uno de sus poemas –afirmó–. El de los cuatro ladrones de los cuales uno no tenía nombre.

– Ah… sí, sí… Pero entonces conocía mi nombre… ¿Para qué me lo preguntó?

– Simplemente para saber si usted también lo sabía.

– Jajajajajaja….


– Jajajajajaja…

– Muy bueno –dije–, ese fue un chiste que una vez le hizo el General a un innombrable. ¿Pero qué puedo hacer por usted?

– Le estoy escribiendo un soneto a la Presidenta, pero ahora sólo recuerdo el primer cuarteto de uno que le escribí a Evita, y me gustaría que lo diga por ahí.

– No hay problema… recite que yo escucho…

Te dicen Santa los que te desprecian
Y si se dicen santos los que hablan,
Hablar no fue tu suerte pues te aprecian
Los que con el hacer su sino entablan…

– Me gusta, pero tendría que trabajarlo.

– Lo estoy haciendo. ¡Mozo, una cerveza más..!

– Bueno, ya me tengo que ir de aquí a seguir caminando… Estaba mirando a esos chicos que pintaban Cristina presidente, para que no les pase nada… Es tarde ya…

– Adiós, ¡Cristina presidente!–dijo.

– ¡Cristina presidente!–dije.

– Y usted me parece que es como yo, no es ambicioso, no busca la fama…–agregó mientras me estaba levantando para irme y prendía un cigarrillo rubio.

– Mire amigo, creo que esto una vez lo dijo Troilo, pero en todo caso, diga que lo inventé yo: CUANDO A UN HOMBRE LO CONOCEN LOS BARRENDEROS, LOS RECOLECTORES DE BASURA Y LOS MOZOS DE LOS BARES YA ES FAMOSO…

– Jajajajajajajaja……


– Los dos lo somos ya; lo demás, lo demás…