lunes, 22 de agosto de 2011

PARA TERMINAR EL DÍA DEL NIÑO, UNA FÁBULA DEL TÍO HÉCTOR MAGNETO


Chicos, chicos, vengan! Para que terminen felices el Día del Niño, el tío Héctor les va a contar una historia maravillosa sobre los estragos que causa la inflación en este país.

Resulta que… “todos los días parten desde Ezeiza hacia Miami y Madrid nueve vuelos repletos de pasajeros argentinos con equipaje de mano y valijas vacías”. Esto sucede a causa de “la carrera de los precios argentinos contra la inflación –que hace por ejemplo que un jean de marca acá no baje de los 400 pesos– y la aparición de planes de hasta 36 cuotas para pagar pasajes (…). Incluso para los que buscan descansar (…) Miami es un lugar de turismo por excelencia para argentinos” y también “Madrid”, porque lo pueden hacer en cuotas!!!

Otros van a Miami a festejar su cumpleaños porque “ahora hay muchas mas facilidades para viajar, por el tipo de cambio y el crédito para los viajes y hoteles”. Apenas bajan del avión se van a “el Sawgrass Mill, la meca del outlet, donde buscarán productos Victoria’s Secret”. Incluso, algunos argentinos en bancarrota por este modelo populista y hambreador “están comprando propiedades, cuyos precios se desplomaron por la crisis inmobiliaria”.

Miren, chicos, que “comer en Miami puede salir lo mismo o menos que en Buenos Aires: una entraña con ensalada y gaseosa puede costar entre 15 y 20 dólares”. Lo mismo los hoteles o las grandes marcas, porque “a la hora de consumir el dinero argentino rinde más afuera que adentro” (entonces no estamos tan mal, pelotudón, ¿eh?). Es que “en dólares los salarios tienen mayor poder adquisitivo”.

Y así termina este cuentito: “Matemática pura, entonces, para un auge de consumo a 12 mil millas de casa: volar barato, pagar en cuotas y comprar más barato todavía que en cualquier shopping argentino. Una oferta inesperada en estos tiempos de inflación”.

(NOTA COMPLETA ACÁ)

Moraleja: nuestra pobre clase media está tan destruida por la inflación que ahora tiene que viajar a los Estados Unidos o a Europa para poder comprarse ropa de marca, productos electrónicos o propiedades y hasta para festejar un cumpleaños. ¡Qué incomodidad! ¡Habrase visto!

¿Les gustó chicos? Mañana les cuento la fábula del “Viento de cola de Liita Carrió”. Ahora a dormir, angelitos…

1 comentario:

Anónimo dijo...

TIENEN RAZON, ME VOY A COMPRAR UNOS LEVIS A MADRID. ME SALE 4 MIL DOLARES EL PASAJE PERO LO PAGO EN CUOTAS!! LO QUE CUESTA VALE!! AGUANTE LOS INDIGNADOS DEL SHOPING!!

ABRAZO PIBE
FRAN