PINTÓ LA DIVERSIDAD

Oy oy oy, después de la felpeada que se comió en el acto de la Amia, el Niño Mauricio intenta motorizar una fichita que le dé un poco de oxígeno a sola firma en las adversas arenas de Pasteur y Viamonte. No habían terminado de putearlo, y ya apareció en Libertador casi Dorrego un cartel anunciando la creación de una “Plaza de la Shoá” en el mismo lugar donde dos meses atrás había otro cartel anunciando un plan de obras hidráulicas. Es más, la norma que impulsa la creación de una Plaza de Homenaje a las Víctimas del Holocausto en ese predio fue sancionada hace tres años, pero en cinco sesiones, al momento de tratarla, la bancada pro se retiraba y no daba quórum, manteniendo el predio vallado y ocupado.

Pero ahora todo es distinto, sabiendo que se le quemaban los lechones, en abril pasado el Niño abrió los sobres licitatorios en un acto en el que Eva Rosenthal, sobreviviente del Holocausto, dijo: “Ojalá que esto sirva contra los negadores de la Shoá y sea imitado por otros países y ciudades”. A lo que el Niño, con su ignorancia habitual, agregó: “Lo lindo de Buenos Aires es que nos vinculamos y somos todos parte, pues hemos hecho un tremendo aporte, independientemente de qué lugar vinieron nuestros abuelos o padres. Nos gusta convivir de esta manera. Nos costó mucho, algunos tuvieron experiencias peores que otros”.

1) ¿Qué mierda será lo que le costó mucho a ese lomo virgen? ¿La pilcha que se compra en Europa?

2) “Algunos tuvieron experiencias peores que otros”. Claro, tan “peores” como que a 6 millones los metieron en y cámaras de gas y después los cremaron, idiota.

Más allá de todo esto, y con todo respeto, ¿qué carajo van aponer en la plaza de la shoá?