miércoles, 7 de diciembre de 2011

CORRETE, PIBE


Cada vez que viene al país se da una vuelta por el club. Sufre con el calamar, pero ya sabemos: Platense es el placer de sufrir. Hace poco anduvo saludando a la gente en un nocturno contra San Telmo. David Trezeguet, el pibe que nació en Ruan e hizo todas las inferiores en el Marrón –donde jugó sólo 5 partidos en primera división– sigue con el corazón intacto: “Siempre voy a estar a disposición del club”. De eso, que repite una y otra vez DT, da fe una nota de Clarinete (perdón) Zonal Vicente López.

“David era un chico de contextura pequeña, era muy flaquito, pero ya tenía grandes condiciones. Y siempre mostraba ganas de aprender y mejorar. Recuerdo que debutó compartiendo delantera conmigo, frente a Gimnasia de La Plata y todos le decíamos que no se haga golpear tanto, que jugara más de primera porque lo iban a lastimar. Pero él se tenía una fe bárbara, se sentía muy seguro y seguía yendo al frente. Después de su debut, Platense me vende al Toluca de México y le perdí el rastro hasta que lo volví a ver jugando para Francia. Y en Europa, a esas enormes condiciones le había agregado un físico impresionante, que lo transformó en un delantero muy potente”, cuenta Claudio Spontón.



A los 17 años se fue a jugar al Mónaco (cinco temporadas, 60 goles), para luego pasar a la Juventus (once temporadas, 171 goles, superando a Omar Sívori) y finalmente al Hércules (una temporada, 12 goles), totalizando 243 goles hasta allí. Hoy juega en el Baniyas de Emiratos Arabes Unidos.

Jugó tres copas mundiales con la bleu (Francia 98, campeón; Corea-Japón 2002; Alemania 2006, subcampeón), convirtiendo 34 goles para esa selección, con la que también ganó una Eurocopa (2000).



Yo también recuerdo su debut en el Ciudad de Vicente López, pero del otro lado de la cuerda. Tarde del domingo 12 de junio de 1994. David fue sometido a la multiprocesadora de Los Viejos del Alambrado, una suerte de consejo de ancianos que miraban los partidos pegados al alambre con la radio en la oreja y el paragüitas plegable bajo el brazo así hubiera un sol que rajara la tierra (corrían otros tiempos, y la Goyeneche, que todavía no se llamaba Goyeneche, era más familiar). Estos viejos eran lapidarios, muy proclives a defenestrar a cualquier debutante. En una de esas, David recibió su primer pase en Primera: una pelota larga que ganó antes de llegar al fondo para sacar un centro que se fue demasiado pasado… El chico –flaco, alto, desgarbado– terminó de espaldas al arco, brazos en la cintura, como lamentando un arranque tan poco feliz. Entonces, uno de los viejos le gritó: “¡Correte pibe, que no dejás ver!, ¿no ves que molestás?”.

Después vino todo lo demás.

Gracias David, por seguir teniendo el corazón en Saavedra.

4 comentarios:

profquesada dijo...

Muy Bueno Pibe Periodista. Gran pluma.
Abrazo

Bob Row dijo...

¿La última parte es tuya? Si es así, estoy de acuerdo con el comentario anterior. La imagen de los viejos soberbios que padecemos es gloriosa.

Daniel dijo...

Eso le gritaron? Que hinchada brava, ja.
Nunca vi putear más a un referí como la hinchada calamar a Teodoro Nitti en los '80.
Me acuerdo cuando Francia salió campeón en el '98. Le ponían el micrófono a los jugadores y todos con un comentario solemne.
Cuando le tocó a David, soltó en castellano:
-"Le rompimo' el culo a estos brasileros. Saludos a la Argentina". Jaja.

Pibe Peronista dijo...

Gracias Profe.

Bob: así fue, los viejos (QEPD) le bajaban la moral a cualquiera. Imaginate, lo han puteado a Espina también, le pedían "que corra", jajja.

Daniel, Nitti era una obsesión, junto con Clerc (que para mi estaba loco). Y te agrego otra: Angel Sanchez (hincha coinfeso de Lanús), debutó en primera dirigiendo Platense-Lanús. Nos anuló tres goles lícitos en nuestra propia cancha y convalido uno ilícito para el grana. Perdimos 1 a 0, y los viejos le hicieron una "sentada" con los paragüitas, jajaja. No me olvido más, fue almodovariano.

David, un grande. Tipo humilde y derecho. "Correte Pibe", y después ganó todo lo que se puede ganar en el fútbol.

Abrazo a todos!