sábado, 7 de enero de 2012

"¿POR QUÉ QUEBRÓ MAC DONALD’S" EN BOLIVIA?


Es el título de un documental de Fernando Martínez, quien examina este triunfo de la diversidad cultural y la identidad colectiva sobre la globalización y el proceso de homogeneización. Cierto es que hace años la empresa transnacional había fracasado en Francia, pero debe tenerse en cuenta que el origen la cocina francesa es la cocina italiana, con lo cual no es descabellado afirmar que la única y legítima batalla cultural ganada a Mc Donald’s en todo el planeta tuvo lugar en Bolivia.

McDonald’s llegó Bolivia en 1997 y abrió sucursales en La Paz, Cochabamba y Santa Cruz. El primer obstáculo fueron los precios: comer allí costaba más de tres veces que comer la comida regional. Sin embargo, no fue esa la razón más importante del fracaso: “Es fácil atribuirlo a la economía –asegura Martínez–, pero detrás de ella están las personas, la sociología y los aspectos culturales”. De hecho, la empresa intentó revertir los malos números introduciendo en el menú la llajwa, salsa con que los bolivianos aderezan sus alimentos, y hasta poniendo música folclórica en los locales.

Nada de eso surtió efecto, y en 2002, después de 5 años de remarla sin éxito, Mac Donald’s tuvo que meter violín en bolsa ante el evidente desinterés de los bolivianos y volverse con sus payasos, hamburguesas y papas fritas bien enterrados en el upite. Si me permiten, me animaría a conjeturar otra razón: el concepto de “comida rápida” es algo que no cuaja ni a palos con la idiosincrasia del pueblo boliviano (no obstante, de algún modo, MD's fue reemplazado por la cadena de comida rápida Pollos Copacabana, de gráfica similar pero de origen nacional, que tampoco supera ni por lejos el consumo de comida tradicional).

Batalla cultural ganada, y por afano.




"Cada vez que tú haces algo o cueces, estás haciendo como una santa misa de la cultura"




"En Bolivia, gracias a Dios, tenemos este tipo de representación de cocina muy marcada según los productos que se producen en las regiones"

"No es tener técnicas ni grandes conocimientos de libros, lo que vale es la simbiosis entre la mujer y el sazón que le va a dar, eso es lo fundamental en la comida boliviana"

6 comentarios:

Unknown dijo...

La verdad es que el concepto de "comida rápida" es jodido per se. No porque tenga muchas calorías. Lo jodido es la idea de que comer es una pérdida de tiempo y no un momento para disfrutar. La verdad es que hasta una hamburguesa compartida en familia puede ser una buena cosa (mi hermana mayor hace unas hamburguesas caseras riquísimas).

Pibe Peronista dijo...

Coincido, Iris. Sin embargo, hay comunidades más adaptables a este engendro que otras.

Beso!

ram dijo...

En Bolivia es muy común la comida al paso, en la calle. Y hay mucho, y de todo, desde mujeres que venden ananá cortado en rodajas o naranjas (que se las pelan en el momento) hasta guisos, café, etc., etc.
Mi conocimiento se limita a la frontera y a Santa Cruz (donde aún podía verse la M gigantesca del McDonalds, ahora no sé si sigue) y no solo hay comida callejera, hay muchos lugares de comida "rápida", sandwiches, pizza, bares; de nuevo, hay de todo y lo que para mí siempre fue notable es que no hay esa impostura típicamente argentina del menú "internacional", se come en clave boliviana, lo de ellos y en una variedad importante. Me imagino que para un porteño (para los del norte menos, pero parecido) sería extraño mandarse un desayuno o merienda, de café con humitas de queso, empanadas de charque o "salteñas"; o panes dulces de ahí (no "croissants") hechos de "yuca" (mandioca) o maíz o "argentinos".
La imbecilidad yanqui de la uniformidad - de que una hamburguesa se coma igual en Ohio que en la Antártida - es una tara que, afortunadamente los bolivianos no comparten y está muy bien. No estaría mal aprender de ejemplos como ése.

Daniel dijo...

Evo echó a la DEA.
El pueblo boliviano rajó a McDonald's.
Qué grande Bolivia!

profquesada dijo...

Sobre esa imbecilidad reductora de la homogeinización que me recuerda a la picadora de carne de The Wall que procesaba a los niños y los sacaba como materia prima de hamburguesas se basa la globalización pero no solo en la comida, en todo. Por eso es tan empobrecedora. Bien por los bolivianos!. Imposible de replicar aquí. Soy lo que sooooy.

Gonzalo Navarro dijo...

A finales de los '90 los salteños añorabamos los Mc'Donald de Buenos Aires con los juguetitos y todas esas boludeces, hoy los que piden por la cadena Yanki son los niños; pero a la hora de comner elegimos otros lugares inclusive carritos emblematicos como "El Nacional" que esta pegado al predio de el ex colegio nacional. Ni que hablar de las empanadas, el locro o las comidas bolivianas que son fantasticas para apaciguar el hambre de las personas y algunas bestias :D.