martes, 16 de octubre de 2012

RECRUDECE LA INTERNA CACEROLA: VUELAN POLVERAS, CONCHEROS Y CORNAMENTAS


Los dos últimos fines de semana Perfil y La Nación publicaron respectivas notas sobre la Conducción Cacerola. Según el primero, "(Lucho) Bugallo y (Yamil) Santoro son los únicos que se imaginan un futuro en la política. El resto no quiere ni pensarlo". Según el segundo, "de los administradores de páginas, los más representativos están divididos en dos facciones, que tienen rispideces, pero mantienen algún nexo. Para coordinar estrategias, los principales administradores tienen otros grupos que no son públicos, donde dialogan sólo ellos (...)". También se dice allí que "decidieron verse las caras porque Internet tiene fallas. El peligro de ser operados por infiltrados oficialistas (a quienes ellos llaman 'kukas') y los problemas para coordinar acciones rápidas fueron los principales factores"

PERO

La interna cacerola tiene al menos tres aristas

  a) La metodológica. Por ej, hubo marcadas diferencias sobre los "escraches" a Moreno y Oyarbide e infinidad de marchas y contramarchas para acordar el modo de decidir la fecha 8N

b) La política: hacer o no hacer política. "'Hacemos política pero no somos como los militantes de los partidos, ellos son fanáticos' (...) Admiten, no obstante, que tienen diálogo con dirigentes de muchos de los partidos opositores, como Pro, la Coalición Cívica y el peronismo federal, y que dirigentes del macrismo, por ejemplo, se contactaron para decirles que acompañarán el 8-N". En contraposición a este particular ejemplar de "cacerolo político" está el "cacerolo inmaculado o fundamentalista" que aborrece cualquier tipo de acción o manifestación política. Por una cuestión de correlación de fuerzas internas o por lo que fuere, los cacerolos no logran o no quieren darse un marco orgánico ni, por ende, una conducción. La "oposición" es tan inútil que no sabe cómo operarlos: revolotea y espera, a ver qué se puede llevar

c) El ego a la bartola, que empieza a tallar cuando no están claros los dos puntos anteriores. Las notas de Perfil y La Nación originaron hoy estos revoleos de polveras en la cuenta de tuiter de Lucho Bugallo, poronga tácito del engendro que derivó en el 13S y el 8N

8 comentarios:

vodka dijo...

ud. es kuka? juas!

José dijo...

Los individuos cacerolos tratando de construir un "nosotros" serían algo así como Carlos Slim intentando liderar una revolución socialista.

Una cosa muy interesante de algunos actos del kirchnerismo es que "todos" asumimos (y nos parece bien) que estamos ahí por política. Tiene lógica. Cierra. Y los cacerolos (y su expresión partidaria, el PRO), tienen esa contradicción. Parecen una hinchada de anti-fútbol, que no entiende nada de ese deporte, tratando de ganar un partido que ni siquiera quieren jugar.

José

Daniel dijo...

Y se están tragando un 27O espontáneo y silencioso de promoción que les va a hacer sandwich con el 7D.

Oscar dijo...

Creo que los organizadores se estan dando cuenta que no es "soplar y hacer botellas" y que tienen que interactuar con otros cuerpos y mentes. Complicado ¿No?

pame dijo...

no me engancho con el odio, no voy a permitir que estos me amarguen, YO NO VOY , aguante mi presidenta.

Capitán Yáñez dijo...

¿Santrolo se imagina un futuro en la política? Alguien tendrá que aclararle que la expresión "en estos tiempos hay muchos políticos que andan en pelotas" se usa en sentido figurado, no literal.
Don Calamar, me tiene preocupado su convocatoria a Villa Crespo el 19O (para decirlo a la moda). No sea cosa que tengamos que ir a sacarlo de en medio de una enfurecida turba bohemia. Por las dudas, y más teniendo en cuenta a donde irá, no se le ocurra asistir al match ataviado como en la foto. El turbante, al menos, déjelo en su casa.

JP dijo...

Capitano Yañez (capitano perque io sono de sangue italiana, non per altra cosa), lo suyo es espectacular : Yamil Santrolo! (hacía rato que no me reía tanto). Gracias por la magia.

JP

Anónimo dijo...

Peron decía que las masas no valen ni por su numero ni por la capacidad de sus componentes, valen por la clase de dirigentes que tienen a su frente. Los cacerolos pueden reunir mil, diez mil, un millón de personas si quieren; pero sin una conducción clara y una idea que los aglutine (han demostrado que tienen un menjunje de consignas, muchas de ellas contradictorias entre si), son la nada misma.
Slds
Daniel de Quilmes