domingo, 10 de enero de 2010

EL IDIOTÓMETRO PORTEÑO

En una de sus bizarras aunque jolgoriosas notas de estallido estival, Crónica TV se dio una vuelta por las playas del amor del Niño Mauricio Macri. En Avenida Cantilo y General Paz, Parque de los Niños, hay uno de esos receptáculos que se parecen más a un canil ribereño que a una playa, donde Macri tiró un par de camiones de arena y unas sombrillas y reposeras amarillas. Una Ibiza posnuclear que apiña a viejas platinadas (no es el rubio justicialista sino el “blondo legrandiano”) y buzardas forjadas a novillito de Coto. El cronista tiraba ráfagas de vacuidades. Una de las viejas bermejas sentenció: “Por lo menos sabemos que la plata de nuestros impuestos va a parar a algún lado”. Evidentemente, a esa altura el sol le había grillado los sesos.


Lo primero que me vino a la cabeza fueron las Piletas Populares de Núñez (hoy Parque Norte), a las que mi viejo me llevaba de pibe en la Siambretta. Las piletas de agua salada. Más lejos, las Piletas Populares de Ezeiza, producto del genio del ingeniero Pistarini, a quien Evita llamó “el Corazón de Perón”. Pero también las Costaneras, sobre todo la Sur, cuando todavía daba para refrescarse en aquellas aguas. O más atrás, cuando Sucesos Argentinos tiraba en las pantallas de cine: “Al rigor de la canícula, miles de porteños invadieron la Costanera Sur…”. Esa costanera que alguna vez fue bastión patricio, luego recreo popular y que hoy alberga al más novel y garca de todos los barrios metropolitanos: Puerto madero.


Pero volviendo a la vieja, puedo decir que se me vino también aquella reflexión del último Perón antes de volver, el que hablaba de “una revolución mental en los hombres" (y mujeres, agrego). ¿Es posible que alguien pueda permitir alegremente que lo des-subjetiven trocándolo mero “vecino” para que cinco garcas conviertan un instrumento popular en una empresa familiar? ¿Es posible que el gorila porteño estándar sea tan individualista y al mismo tiempo tan otario? ¿Es posible la “revolución mental” en el gorila porteño estándar? No. Sólo es posible aplicar el idiotómetro y medicarlo en consecuencia.

Pipo

6 comentarios:

AM dijo...

Es inevitable no descorazonarse un poco viendo semejante espectáculo en lo que a mi se me ocurrió como arenero para adultos pero el Pibe Peronista da en blanco describiendo como canil ribereño. Definitivamente hay especimenes porteños que ya no pueden ser recuperados, yo sugiero que los sacrifiquemos a todos en su canil.
¿Cual viene siendo el rubio justicialista estoy más que interesada? Saludos Pibe!

Pibe Peronista dijo...

Anita, el rubio justicialista es un post que nos debemos en Pibe Peronista. Surge del rubio básico de la nuestra Guía Espiritual, pero va tomando distintos matices a través de los años. El popular rubio oxigenado y sus derivados. Podríamos, como en las peluquerías, armar un muestrario del Rubio Justicialista en todas sus variantes: Capital Centro, Capital Periférico, Conurbano Bonaerense, Provincia de Bs As, y así, directamente proporcional al incremento de agua oxigenada. "Rubio Concejal de Perico, Jujuy" es un tono muy interesante y cool.

Un beso
Pibe

Anónimo dijo...

las saladas de Namuncurá, qué recuerdos, qué veranos. los días que era gratis no se podía ni caminar.

tábano rojo dijo...

Muy bueno, yo pude disfrutar de algunos baños en la costanera sur, cuando todavía el agua no estaba podrida y la mente de los porteños un poco menos que ahora.

Anónimo dijo...

Muy bueno PibePeronista como todo lo del blog.
Solo unas reflexiones: me vino a la cabeza un refran que escuche de mi abuela: "Desgracia completa ser pobre y de derecha".
Es evidente que estas señoras asoleadas sueñan ser lo que no son y tratan de parecer-se con sus comentarios a las "señoras bien". Estas estaran en un country, en el este o cualquier otro lugar...
Pero no son y lo saben. Tambien saben que lo demás sabemos El eterno desvelo del medio pelo quiero-y-no-puedo.
Si cambian la mente mejor para ellas, sino la historia se las llevará por delante. Hace varios años ya que el rumbo es nuestro
M.I.

Pibe Peronista dijo...

El oprimido tiende a imitar al opresor, hasta en las playas del Niño Mauricio, jaja.

Un abrazo
Pibe Peronista