LA OPOSICIÓN JUEGA SUS ÚLTIMAS FICHAS AL CONTROL DE NATALIDAD PERONISTA

Todo el arco opositor, incluidos Bergoglio y el Bebe Contepomi, estudia elevar un proyecto de ley que impida el contacto sexual entre peronistas de igual o distinto sexo.

“Se están reproduciendo como ladillas, comen esos desagradables sánguches de mandarina y encima se ríen de janeiro. Pero lo más grave es que amenazan con perpetuarse en el poder durante todo el milenio”. El documento propugna “la unión civil sin contacto sexual entre peronistas hétero u homo”, pero la letra chica subraya que quedarían excluidos “aquellos ‘peronistas con probado don de gentes’ como los ‘displicentes’, lo ‘prostáticos’ y los ‘troskoperonautas’”, que “a decir verdad, aún conservan una genética plural y dialoguista”.


“Hay que ponerles coto”, señaló Carrió. “Coto y carrefour express”, completó el Niño Mauricio, “contaminan el espacio público con ese rancio meteorismo de guiso carrero: bicisexo sin erección, como en Dinamarca”, redondeó. “Los putos son los peores”, añadió Felipe Solari. “Doy fe, y eso que todavía soy virgen”, apoyó Cleto Bobos. “Me devuelven Galerías Pacífico y banco el proyecto. Si Ghioldi, que era re-de-izquierda, marchó con la iglesia en el 55, a mí no me va a temblar la polera”, bramó Pinocheto Solanas. “Jajaja, brutal”, carcajeó el Narcolorado. “Veo que hay consenso, como decía papá… y sana proscripción, como le gustaba al quelonio Arturo”, se alegró Ricardito. “En una clase de origami del gremio camioneros vi algo que me gustó, pero igualmente déanle por culo a ese matrimonio del orto y a lo lesbiana alfabetizada”, adhirió Don Segundo Reutemann. “Si se suspende la penetración populista burguesa, nos ahorramos el entrismo y se genera un estado prerrevolucionario de masas, más allá de que, en condiciones objetivas, las únicas masas que conocemos son las de ‘El Cañoncito de Montserrat’”, sentenció José Saúl Wermus alias Jorge Altamira. “Primero nos robaron las leyes de Palacios y ahora quieren apoderarse del Palacio de la Papa Frita, es inconcebible…”, cacareó Binner desde el pantano santafesino. “¿Vieron muchachos?, esto no tiene nada que ver con los putos: puto el que lee, y puto el que vota a la escribanía chavista”, concluyó el Bañero Lomense.