Cómo no recordarlo a casi 42 años de su consagración mundial (12/12/68). Hoy estábamos viendo con el Chino algunos de sus rounds más célebres. Nicolino Locche, “El Intocable”. Uno de los mejores. Atorrante, chaplinesco, la patita derecha siempre levantada para girar o dar el paso exacto, la zurda que iba venía como un trépano, recta, la diestra que apenas salía, porque Nicolino casi no la usaba. Su mejor ataque era ir alimentando, con el correr de los minutos, la frustración del otro, que tiraba y tiraba vanamente como un ciego acorralado. La coronación le llegó tarde a ese mendocino que nunca dejó de fumar ni de salir de noche: a los 29 años. Dicen que para esa pelea, contra el hawaiano cuasi japonés Paul Fujii, fue la única vez que se entrenó en serio y durante tres meses. Terrible paliza se comió el campeón, que dejó el cinturón en manos del Intocable por KO técnico en el 9 R.
Escribió El Veco en la crónica de aquella pelea para El Gráfico: “Queda un poeta que llegó a rey. Queda un inconstante genial que trabajó de gasista, carpintero, cromador, cadete de cualquier ramo. Queda un hombre que sólo hizo tres años de escuela y que jamás leyó un libro. Queda un bohemio simpático que quemó mucho tiempo bajo las luces de la noche y que odió el sol de las madrugadas. Queda el amigo inseparable que encontramos cada vez que llegamos a él. Queda el más sutil de los boxeadores que jamás hayamos visto, el gran innovador en el mundo de las narices quebradas y las orejas de repollo. Queda el fino poeta de la zurda genial que a veces se ve obligado a transpirar para demostrar su grandeza. Que siempre boxeó igual, antes y ahora, que siempre fue el mismo, antes y ahora. Queda una emoción que nadie puede medir en nuestro interior. Queda el nuevo rey de la categoría medio mediano juniors para que el mundo lo contemple”.
Fue el ídolo de mi niñez, y el de millones. Gracias viejo por llevarme a ver sus peleas en el Luna. Aguante maestro allá arriba.
6 comentarios:
hermoso homenaje!
yo recuerdo a Lennon-en el día de su partida- y usted al gran Nicolino
soy casi viejo...recuerdo perfectamente esos dos días de lágrimas y alegría
le dejo un abrazo
Adal
Un grande nicolino, un boxeador inigualable. Incluso por eso de que nunca se tomó muy en serio su carrera, que no fue un gran ganador pero se convirtió en leyenda ¿Viste que en una Fuji cae con un movimiento de cintura? Casi no pegaba, pero en un esquive, te tiraba. Pobre Fuji, si vive, debe soñar todavía con Nicolino
Adal, para mí era como ir al teatro.
Sí Nano, el japonés, en la desesperación tira un voleo a lo pavote, y Nicolino, que medía de antemano cada movimiento como un ajedrecista, sale rápido y lo deja desparramado en el piso. Pobre chabon jajaj, contra la poesía no se puede.
Abrazo!!!
Hermoso su recuerdo, bien complementado por sus corresponsales. Trajo algo de mi historia suburbana, y perdone si abuso de lo autorreferencial. Ayer también vi la pelea de Locche contra Fuji. Fenomenal, sencillamente.
A Nicolino lo seguíamos con devoción desde mucho antes de la pelea con Fuji. Viejo, hermano, hasta Coca, mi vieja, se admiraban del paso breve, de los amagues y regates de este mendocino loco que veíamos por la tele, y de esa zurda cortita, que casi ni lastimaba; o lastimaba más por la bronca que daba recibirla liviana, constante, pegajosa, sobradora. Coca decía también que era como ver una peli de Chaplin, que divertía a todos sin lastimar a nadie, y que así el boxeo valía la pena. Con lo que ninguno de los varones de la familia estaba de acuerdo, por supuesto, sin dejar de admirar esa manera de torear al que se pusiera delante
El Viejo, en cambio, comparaba la experiencia de ver a Nicolino desde el ring side con palpitar las maravillosas gambetas de Orestes Omar Corbatta agarrado al alambrado, de ahicito nomás, como lo vio él en Racing, en Boca, en el Seleccionado. Lo vi de veterano a Corbatta, jugando para Telmo, equipo al que seguía por cariño aunque no era hincha. Hasta alcancé a compartir una copa con él, ya desvenciajado y muy necesitado, en el viejo Club Temperley.
A Locche lo vi contra Cachazú, contra Gotifredi y también contra un tano llamado Sandro Lopopolo en el Luna Park, con la leonera a reventar y el ring side lleno de conocidos, de minitas y de gente que fumaba. Tenía más o menos 10 y el Viejo me llevaba al Luna seguido. También estaba Entre las sogas
Nicolino reinventó el box, o mejor dicho, creo un nuevo arte marcial que no podía tener futuro ya que era la negación de lo agonal. ¿Te imaginás, Pibe, dos tipos que se juntan en el ring para vistearse y esquivar las piñas del otro, que no tira ninguna, atento a la misma preocupación que su rival? Esa manera rupturista, al borde de lo extrabosxísitico, de no cagar a palos al otro; pero de ridiculizarlo, pegadito a aquel dicho: "donde uno no quiere dos no pelean", no podía ni debía fructificar. El otro extremo sería dos tipos en clinch permanente, fajándose cortito todo el tiempo, sin respiro... Otro imposible deportivo.
Nicolino Locche fue un gran nochero, jodón impenitante, fumador hasta el fin, algo que supongo sensibilizará al animador de este blog, como también lo hace conmigo, que alguna vez amé el sabor acre de un fino caporal y encontré en el humo azul más poesía que bacilos, menos advertencias médicas que ensoñaciones y compañía. Locche fue también un chabón único, que no hizo escuela ni tampoco tuvo imitadores. Acaso por eso siga creyendo que fue un genio dentro del ring, como no hubo otro en el mundo. Como Corbatta con la globa atada a la diestra y pegado a la raya de cal. Como Chaplin en todas las que hizo, pero sobre todo en El Pibe, cuya vista aun me conmueve, como tantas cosas que leo en su blog. A la salud de usté, cumpa.
Gracias Turco por tus palabras, que ilustran mucho mejor que las mías lo que fue Nicolino y lo que significó para nosotros. A mí me llevaba mi viejo también al Luna, sobre todo a las defensas del título. Ver a ese genio a los 10, 11, 12 años es un regalo que atesoraremos de por vida. Y hablando del faso, te cuento que estoy en tren de dejar porque vengo golpeado con ese asunto.
UN abrazo, Turco querido
disculpen que me meta en este hilo un poco tarde y trasnochado. Es hermoso recordar, comparto con uds el gusto por el box no el actual pero no puedo decir que sea por mí o por él. es un caso de separación por mutuo acuerdo. Unas pocas veces fui a ver peleas al luna, era pibe y ni a mi viejo ni a ningún tío les gustaba, si fui de grande a la federación donde habían pelea muy buenas. Pero mi conexión con el hilo viene de otro lado, les parecerá quizás un poco extraña traída de los pelos. es esta. a mi cristina me hace acordar a nicolino, tanto como néstor me recordaba a monzóon. cristina pega suave pero sobre todo esquiva y tiene un extraordinario sentido del tiempo. una muestra para mi de este timing y de su nicolinesca táctica es la "pelea" con macri, donde el bruto ya ciego por los golpes suaves pero continuos recorre todo el ring tratando de sacar su mano de la suerte y al final en un esquive de cristina se tropieza y está en la lona & counting. Lo veo teniendo que tragarse el sapo de la presencia y el trato que le dan los para él "okupas" o "zurdos de m" y no pudiendo soportarlo y luego la farsesca conferencia de prensa y no puedo dejar de pensar que no es casualidad ni incapacidad del "freddy", sino es la sutil inteligencia de cristina la que elaboró la estrategia de defensa frente a la trampa macrista-y aliados que inicialmente lo agarro, al gobierno, desprevenido. eso en el 1r asalto puede significar ya sabemos es el minuto fatal muchos caen allí y otros como el bestia de tyson cuando ganaban solo lo hacían en ese minuto de madrugón y arrebato. Pero por suerte y habilidad cristina se recuperó y finalmente el pelotudo tuvo que cerrar un negocio que lo tendrá okupado (ja ja) por un buen tiempo pero con un balance final negativo ni siquiera de suma cero. mal que le pese al duopolio y sus empleados cristina ganó, como locche por puntos pero ganó y con estilo.
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