viernes, 4 de febrero de 2011

IN-SEGURIDAD: LA PLAYA TUMBERA


¿Pero son ratis o no?, me pregunté mientras glorificaba un médano con un cloro justicialista. Los tipos estaban ahí: dos me relojeaban de atrás y otros dos recorrían las dunas como perros expertos. Había un quinto tipo, un gordo, que surcaba arenas con un cuatriciclo. Todos vestían chomba y zoquetes verde flúo, bermudas azules y zapatillas. Lo único uniforme era la chomba, que decía SPB en la espalda. El resto del atuendo consistía en coincidir colores y calzado reglamentario. Todos llevaban esposas y estaban enfierrados. Un 38, por la empuñadura, o una 357. Enseguida me di cuenta de que apenas me registraban, que podía estar yo en pelotas y con una botella de vodka bajo el brazo e igual iba a ser parte del paisaje. Los tipos estaban para cosas más grandes. Se paraban en las crestas de los médanos para avistar objetivos y hablaban por handy. Si hasta hicieron un rastrillaje por la playa repleta de familias, de pibitos jugando al girabol, de gente haciendo cosas previsibles y tediosas. Gente como yo, digamos. Canas comunes de provincia no eran, seguridad privada tampoco. ¿A quién buscaban? Empezaron las conjeturas: un chorro, porque ahora hay mucho chorrito que se viene para acá y se te manda por la ventana mientras estás en la playa. O es un raterito que le arrebató el bolso a una de esas minas que vienen solas con una toalla atigrada y el mp3 porque son locas o porque son lesbianas. ¿Y qué podía llevar la loca en el bolso? ¿La pantalla, el celular, veinte pesos? No va a traer dos lucas a la playa, qué mierda va a traer. Hay que ser pelotudo para arriesgarse por veinte pesos. El celular ya lo vendió y se lo fumó el hijo de puta, y cuando lo agarren entra por una puerta y sale por la otra. O me vas a decir que no. ¿Y si están buscando a la banda de los chetos? Esos guachitos son pibes bien, de Belgrano, Palermo, Colegiales, pero andan con tatuajes del Gauchito Gil, máscaras de los Simpson, armas de caza y autos importados. Dicen que llevan ampollas de brolanfetamina también, una droga que no es para cualquiera. Por lo menos no te van a decir “gato” o “puto”. Son chicos educados, de buena familia, que roban porque los viejos les pagan la banda ancha y el gimnasio pero no les dan bola. Vas a ver que en unos años ya están encarrilados y estudiando ciencias de la comunicación o ciencias políticas, que son carreras que no sirven para una mierda pero los mantienen ocupados, bien vestidos y drogados sin salir de sus casas. O por ahí son pichones de Robledo Puch, pero son pibes que les hablás y te entienden, no como estos negros del orto que te queman por un par de ojotas.

Después me enteré de que los ratis no eran, efectivamente, ratis comunes y que tampoco la sigla SPB significaba "seguridad privada balneario". Eran del Servicio Penitenciario Bonaerense, auténtica estirpe tocarreja. Los había mandado Danielito para prevenir desmanes. Pero ellos estaban allí para hacer lo que saben, frente al mar, nadando en otro mar de gente apretujada que no tiene ninguna intención de conocerse y que -en gran medida- mira al churrero con singular desconfianza. ¿Y la reja? ¿Cuándo mandan la reja? Claaaannn!!!

4 comentarios:

Sergio dijo...

Buena crónica compañero!

JEEP OVERO dijo...

¡Por suerte no son las "playas mendocinas"!... sino...
JA JA JA
¡Felicies vacaciones! disfrute cumpa, no se enrosque más JA JA JA
Si viniera por estos pagos se calentaría por los nabos que llevan los perros con 38º a la playa (lo cual no sería problema, sino fuera porque en una época la moda eran los SIBERIANOS(!))

Pibe Peronista dijo...

ayer vi a una señora limpiándole el ojete a un perro en la orilla, una foto que me gustaría llevar como señalador de libros.

JEEP OVERO dijo...

Seguramente debe ser alguna de esas que andan apretando la nariz cuando se cruzan con algún "negrito" que le pide una moneda; porque para este tipo de personajes hay personas que están por debajo del nivel de los animales.
Esos que adscriben al verso de Larralde "El parejero mantiao y yo no tengo cubija"

SALUDOS CÉSAR