EL AGUJERITO

Ojalá fuera para hablar de aquella disquería. No. Quiero decir: no tenían nada y encontraron ese agujero para meter bala desde afuera y generar miserias para adentro, con la participación estelar de SS que, oh casualidad, se levantó un día dispuesto a recorrer el espinel mediático y contar ingenuamente que tenía una Ferrari por aquí, un yate por allá, un avión por aquí, una propiedad por acullá, que tenía plata de sobra para hacer lo que le canten las pelotas. Para qué extenderse en detalles, ya lo hicieron con fineza durante la semana mis cumpas coblogueros. Para qué detenerse en sentimientos: Tristeza, dice el Profe. Me quedo con eso.

Sí me acordé cuando, hace como diez años, mi amiga F me pasaba gacetillas de las Madres para que las colara en el suplemento de cultura de un diario. Ella trabajaba gratis ahí (sí, gratis, LaRRata) y ya entonces decía: “Ese tipo es insoportable y vas a ver que le va a traer problemas a Hebe; pero viste cómo es Hebe, cuando quiere a alguien no mide, y a éste lo agarró de hijo”. Tiempo después me confesaba: “Me voy, no lo soporto más a SS, es un soberbio y maltrata a todo el mundo; ojalá Hebe se lo saque de encima a tiempo”.

Y me acordé también cuando hace como 30 años íbamos a aquellas marchas de la resistencia y venía medio tiroteada Hebe con los compañeros peronistas y nos mandaba al fondo de la columna. Hasta que llegó Néstor y volvió a conciliar a la familia. Porque viste cómo es Hebe, un corazón que va siempre para adelante, que no se calla, que no te la manda a decir. Y nosotros seguimos, siempre, junto a ese corazón.