SUELTITOS FUTBOLEROS

El Calamar quería traer a Mouriño pero la plata alcanzó para Fabián Nardozza, ex Acasusso, y nuevo DT entonces. Las incorporaciones hasta el momento son Bernacchia (arquero, 34 años), Puertas (central, 31), Vila (lateral derecho), Carneiro (volante) y casi seguro los delanteros Tambussi y Gatto (!), que vienen de Estudiantes de Río Cuarto. Cuatrocientos ochenta kilos de carnaza común para intentar el milagro del ascenso. Demás está decir que si a River le descuentan 18 o 20 puntos y le clausuran el estadio 20 fechas es muy probable que no sólo no vuelva a Primera sino que termine chapaleando barro de la B Metro, cosa que Pasarella parecería querer evitar con un decreto presidencial. En ese caso, si ascendemos, no jugaríamos con River el torneo siguiente (?).


Veamos, Pasarella define a Cristina como “la única persona capacitada para hacerlo, alguien inteligente como es ella (…) Además, el otro día cuando eligió a Boudou como vicepresidente pidió un aplauso para River. Quiero que me reciba”. Al mismo tiempo se baja los lienzos con el Padrino de la calle Viamonte: “Si me tengo que reunir con Grondona por el tema de la quita de puntos, no tengo ningún problema, quédense tranquilos”. De irreductible a entregar el upite con alegría y a convertir la desgracia personal e institucional en asunto de Estado. No es así, Daniel Alberto.

“Mauricio Macri piensa en Boca como salvavidas en caso de perder las elecciones. Daniel De Angelici, precandidato a la presidencia del club, es su delfín. La conexión entre la gestión porteña y la xeneize”, dice la volanta. ¿Quién es Angelici? Es el CAJERO del Niño Mauricio. Fundador del “radicalismo pro”, ex tesorero de Boca, denunciado por Sindicato de Trabajadores de Juegos de Azar por recolectar datos de gremialistas a través de la policía. Maneja bingos, hipódromos y tragamonedas. Es uno de los dueños del coqueto restaurante Madero Tango, emprendimiento que comparte con el ex militante de Franja Morada y legislador Cristian Caram, y reducto utilizado por Macri para ir a cantar y bailar luego de cada escrutinio.

Todo esto en 48 horas, ¿no será mucho?