OPERACIÓN MASACRE O EL MANUAL DEL BUEN PERONISTA

Técnicos, o familiares de ellos, que trabajaron en el rodaje original de Operación masacre

Ayer tuve el privilegio de ver la copia restaurada de Operación masacre, película filmada íntegramente en la clandestinidad en 1972 por Jorge “El Tigre” Cedrón, sobre libro de Walsh. Ya ni me acuerdo cuándo fue la primera vez que la vi, en blanco y negro. Aquella frustada rebelión cívico-militar encabezada por el Gral Valle en 1956 que terminó con los fusilamientos de José León Suárez. Ya sé, no es ninguna novedad, pero Operación masacre, tanto el libro como la película, es un hito cultural, social y político que relatan un momento histórico, una bisagra clave para entender el peronismo, la resistencia peronista y todo lo que vino después, para internalizar eso de “el peronismo será revolucionario o no será nada”. En 115 minutos, Cedrón, asesinado en París en 1980, logra condensar magistralmente décadas de historia del movimiento peronista. El mismo Cedrón ha dicho: “El propósito de hacer Operación Masacre fue, primero, entender yo mismo qué era el peronismo y luego entender en profundidad el significado del movimiento”.

Esta copia restaurada es el resultado de años de búsqueda, de idas y vueltas. Un proceso que arranca con la recuperación del material que fue emigrando por distintos países durante la dictadura. Cada amigo o familiar de Cedrón que se iba del país se llevaba un rollo o cualquier otro material, todo catalogado con otro nombre para no levantar la perdiz. Después vino la repatriación. Y ahora esos originales fueron escaneados a calidad 2K, restaurados digitalmente y terminados en formato digital, igual que el sonido, bajo la coordinación de Lucía Cedrón, hija del director, en el INCAA. La calidad del trabajo es óptima. Ahora, por caso, en un primer plano de una cara pueden verse perfectamente cada uno de los poros de la piel de quien fue tomado por la cámara. Lo mismo el sonido, es brillante. La voz de Julio Troxler (asesinado por la Triple A un año después del rodaje), por ejemplo, narrador de la película y a la vez actor de su propio personaje en aquel doloroso episodio, es también insuperable.

Operación masacre, filmada en la clandestinidad y estrenada durante la Primavera del Tío, pudo verse ayer, restaurada, en el cine Gaumont. En fin, como dijo De la Ruina, “qué liiindo es dar buenas noticias” checos. Para los cacerolos también hay: una función privada en la que les introducirán los rollos por el upite. Será en la rotonda de Alpartas y con “entrada” gratuita. Ya les vamos decir cuándo, golosos.