jueves, 24 de junio de 2010

75 AÑOS SIN EL MAGO

Yo no sé si nació en Toulouse, Baires o Montevideo. Sí sé que es tan argentino como Evita o el Diego, la sagrada e imponderable trilogía mítica de esta tierra. Y que como ellos, venía de un hogar humilde. También sé que en el año 20 se registró en el consulado uruguayo como nacido en Tacuarembó para zafar de la colimba, pero que en el 23 solicitó su naturalización como argentino, aunque se definía “ciudadano de la calle Corrientes”. Cuando murió, los uruguayos –Razzano a la cabeza– reclamaron su cuerpo. ¿Me están jodiendo? Se lo lloró en todo el mundo, pero descansa en su Buenos Aires querido.

Para mí, que me crié en el Abasto, Gardel es mi primera patria. El almacén de Guardia Vieja y Billinghurst, el café de Gallo y Humahuaca y hasta la tintorería ponja de Corrientes y Bustamante lucían el retrato de El Morocho como estandarte irrefutable. Los puesteros del mercado, el tano “Mangidormi”, el loco Dante de la murga “Los Envidiados del Abasto” y hasta el pelado Luca eran El Mudo. Cada uno era un poco, un átomo de Gardel. Qué orgullo, carajo. No hay Abasto sin Zorzal, y viceversa.
No hay sonrisa sin Zorzal.

Jean Jaures 735: última morada.

Parafraseando a don Celedonio:


“Y al oírlo otros bardos, pegan el grito,
lo junan con envidia de rabanito
y se atan con alambre los pantalones.”


Salud, Mago, a 75 años de aquel fatídico Medellín.

Dibuje maestro:

1 comentario:

nilda dijo...

yo postie un poema de costantini que sera de su agrado.
a mi me gusta mucho el clip de boquitas pintadas, con gardel de robe, el pelo engominado, sonrisa de ganador y evidentemente recien levantado, feliz, en la mañana despues de una partuza con las rubias de new york.