¿QUIÉN PUTEÓ A ROSENDO?

Recuerdo que fue hace exactamente un año, porque el 15 de diciembre pasado fui a uno de esos asados dionisíacos prenavideños, y esto sucedió al mediodía. Yo iba en el 34 por Godoy Cruz. El bondi se detuvo en un semáforo a la altura de Cerviño, corazón de “Palermo Madison”, donde suelen circulan gatos pulentas en rollers, pejertos y mononos de toda laya. Paso por allí todos los días para ir a laburar. Pero ESE DÍA estabas VOS parado en aquella esquina, con un trajecito digno de Casablanca, tostado y pre-ocupado, chequeando un mensaje de texto, glamorosamente reflexivo, infinitamente mimetizado con el entorno, calcetines al tono. Vendrías de hacerte una máscara de kiwi o de soplarte una quena en Le Parc, qué más da. Entonces saqué la cabeza por la ventanilla y te grité ¡¡¡Rosendo!!! ¿Te acordás? Me miraste con esa expresión de caprino afligido y esbozaste una sonrisa que se apagó ni bien completé la frase: ¡¡¡La puta que te parioooó!!! El bondi arrancó y nos alejamos sosteniéndonos la mirada como en una publicidad de caramelos stani, unidos para la nueva mayoría. Por eso hoy quiero refrendar aquel acontecimiento con todo cariño, porque al fin y al cabo es nuestro aniversario, con un auspicioso ¡¡¡Andate a la puta que te parió!!! Si no te veo antes de las fiestas, mucha mierda, Ro.