Una mano la va la otra: con el Decreto de Necesidad y Urgencia N° 2/11, el Niño Mauricio garpa la “prote” mediática incorporando al Código Contravencional porteño la penalización de acciones que atenten contra la “libertad de prensa y expresión”. Entre los argumentos, se alude a lo sucedido en las plantas de Clarinete y
“Quien intencionalmente impida, obstruya u obstaculice la producción, impresión, distribución o difusión de ideas, opiniones o informaciones a través de cualquier medio de prensa o de comunicación masiva, o por cualquier modo perturbe esta actividad, será sancionado con una multa de 5.000 pesos a 50.000 o con arresto de tres a diez días.”
(…)
“Quien intimide u hostigue a directivos, gerentes, trabajadores, periodistas o distribuidores de medios de prensa o de comunicación masiva buscando alterar su contenido, línea editorial o sistemas de comercialización y/o distribución será sancionado” con las mismas penas.
Para los funcionaros públicos las sanciones se elevarán al doble.
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